El cirujano Gustavo Néstor Lemme, jefe del servicio de cirugía del Hospital Universitario Austral, y su esposa, Viviana Márquez, arribaron ayer al mediodía a Tucumán después de un viaje lleno de complicaciones. A pesar de ello, están convencidos de que el domingo participarán en los 21K LA GACETA.
El plan original era sencillo: llegar en avión el miércoles por la noche y quedarse hasta el domingo. Sin embargo, la tormenta que azotó Tucumán cambió sus planes drásticamente. El piloto, al no poder ver la pista debido a la intensa lluvia, decidió abortar el aterrizaje y desviar el vuelo a Resistencia. “Después nos llevaron de vuelta a Buenos Aires, a Ezeiza. Fue tremendo. El jueves por la mañana fuimos hasta Mendoza y de ahí, finalmente, a Tucumán”, recordó Lemme sobre su odisea. Lo que debía ser un vuelo de poco más de una hora terminó convirtiéndose en un recorrido por varias provincias argentinas, casi comparable a un viaje internacional. “Fue como si hubiéramos viajado a Europa”, añadió con una sonrisa.
Fue campeona, dejó de competir hace dos años y, motivada por los 21k de LA GACETA, volverá a correr el domingoA pesar de las vicisitudes del viaje, la pareja mantuvo su entusiasmo. Aprovecharon el día para disfrutar de un almuerzo en un restaurante frente al parque 9 de Julio, acompañados de amigos de la familia. Aunque las lluvias los recibieron al llegar, el clima comenzó a mejorar y el sol salió para iluminar su primera jornada en la provincia. “Justo cuando llegamos salió el sol; fue un cambio bienvenido después de tanta lluvia. Los campos estaban verdes, se notaba que había llovido mucho”, comentó Lemme, visiblemente encantado con el paisaje.
El motivo principal de su visita a Tucumán es participar en la carrera, pero también aprovechar la ocasión para reunirse con amigos queridos. “Tenemos una familia amiga, los Cangemi, que viven aquí. Los conocí hace muchos años en el hospital Italiano de Buenos Aires, cuando tuvieron un problema de salud importante. Desde entonces, hemos mantenido una relación muy cercana y los visitamos con frecuencia. Justo coincidió que esta vez estaba la carrera y, como me gusta mucho correr, decidimos anotarnos”, explicó Lemme. Él competirá en la distancia de 21 kilómetros, mientras que su esposa optará por una distancia más corta.
La pasión por el atletismo no es algo que haya acompañado a Lemme durante toda su vida. De hecho, su incursión en las competencias es relativamente reciente. “Siempre corrí, pero lo hacía más como una manera de mantenerme en forma y para descargar tensiones. Fue hace cinco años, más o menos, cuando un amigo me dijo que me anotara en una carrera. Empecé con una de 10 kilómetros y, desde ahí, empecé a participar en más carreras. Es algo que te empieza a gustar y siempre querés ir por más”, relató sobre cómo empezó a tomarse el running de manera más competitiva.
Desde entonces, Lemme no sólo ha participado en numerosas carreras de calle, sino que también dio el salto al triatlón, combinando sus entrenamientos de carrera con bicicleta y natación. “Hace dos años corrí mi primer triatlón en Gualeguaychú, y este año competí en La Paz. También he corrido media maratones en Buenos Aires, Rosario y hace poco más de un mes corrí en Río de Janeiro. Fue una experiencia increíble”, dijo Lemme que suele ser acompañado por su esposa.
El cirujano de 66 años parece desafiar el paso del tiempo. Mientras muchos de su edad se encuentran reduciendo su nivel de actividad física, Lemme no solo sigue corriendo, sino que también se enfrenta a nuevos retos constantemente. “A mi edad, lo que más disfruto es la sensación de superación personal. Cada carrera es una nueva oportunidad para probarme a mí mismo. A veces se trata de mejorar tiempos en circuitos que ya conozco, y otras, como en esta carrera en Tucumán, es la emoción de enfrentarme a algo nuevo. Me han dicho que el recorrido tiene bastante desnivel, algo que no estoy acostumbrado porque en Buenos Aires todo es más plano. Será un desafío interesante”, reflexionó.
A pesar de sus múltiples responsabilidades como jefe de cirugía y su dedicación a la medicina, Lemme ha sabido encontrar el equilibrio para seguir entrenando. “Cuanto menos tiempo tenés, más eficiente te volvés. Yo tengo mi rutina organizada: nado tres veces por semana, corro dos días, y los fines de semana son para la bicicleta”, detalló sobre su exigente rutina. Reconoce que los entrenamientos ayudan no solo a su cuerpo, sino también a su mente. “El deporte me permite desconectar del trabajo y reducir el estrés. Siendo cirujano, es fundamental encontrar una forma de liberar tensiones. Mi hijo, que hace natación en aguas abiertas, también me motivó a entrenar con la bicicleta, y eso me llevó a empezar con el triatlón”, explicó.
Viviana, por su parte, recibió la motivación de su esposo para acompañarlo en el aspecto deportivo. “Yo solamente caminaba; siempre lo hice. De a poco, empecé a trotar y a animarme más. Ahora voy a la mitad de la velocidad de él y siempre me anoto en las carreras con menos kilómetros”, admitió.
Cumple una década como runner y festejará en los 21k LA GACETA“Lo mejor que nos da esto es la posibilidad de viajar y conocer nuevos lugares. Descubrimos lugares nuevos. No sé si el deporte nos hará vivir más tiempo, pero estoy segura de que lo que vivamos, lo vamos a vivir mejor”, reflexionó Márquez. Participará en la competencia de 10K el domingo y, por la noche, regresarán a Buenos Aires, satisfechos por haber completado una nueva carrera.